jueves, 7 de marzo de 2013

La radio

Me encanta la radio, siento que es una gran compañera de la vida. Escucho la radio cocinando o en el coche, porque lo bueno y lo característico de este medio es que puedes hacer muchas otras cosas mientras lo escuchas.

Reconozco que soy una forofa de Radio 5 y podría vivir mi vida al ritmo de esta emisora. Hay secciones geniales como la de Polvo eres, la original sección sobre los ritos mortuorios de todo el mundo, a cargo de la brillante periodista Nieves Concostrina; y aunque no sea propiamente una emisora de música emite una música excelente, de lo mejor que he oído en la radio, muy buenos reportajes culturales, sociológicos, económicos, de todo tipo.


En la radio ha habido grandes hitos. Hay uno que me parece muy entrañable, por la ingenuidad de la gente de la época, como cuando Orson Welles radió una adaptación de La guerra de los mundos de H.G. Wells en 1938, y logró que muchísima gente en las costa Este de los USA creyera que verdaderamente les estaban invadiendo los extraterrestres. Recientemente Spielberg llevó la obra de Wells al cine con el señor Cruise como protagonista.

Otro hito no tan entrañable pero sí muy eficaz, fue el uso de la radio en las dos guerras mundiales, mediante la propaganda realizada por contendientes de uno y otro bando (por ejemplo había emisoras de radio inglesas que se hacían pasar por alemanas para desalentar a la población germana). En la II guerra mundial esta propaganda no fue tan efectiva porque los ciudadanos ya habían descubierto que sus odios y sus pasiones habían sido manipulados por los poderes de uno y otro bando en la I Guerra Mundial. Fue un gran aprendizaje para la opinión pública mundial.

A la hora de las noticias, la radio es la más rápida. Y sobre todo es muy efectiva en las noticias inesperadas y sorpresivas. La radio llega antes que nadie a un sitio y empieza a emitir en ese mismo momento. La televisión tiene a veces que conformarse con poner una imagen por ejemplo del mapa del lugar determinado donde ha habido un atentado y como mucho quizás transmita una crónica telefónica del corresponsal más cercano al lugar de los hechos.


La radio es un medio muy creativo que creo permite más innovaciones que el medio televisivo, medio éste tan sujeto a las audiencias y a los anunciantes. He escuchado verdaderas joyas de reportajes, dramáticos, y los recursos sonoros tienen la capacidad de hacerte evocar un determinado ambiente, puedes imaginar un rostro determinado para una determinada voz... Como con la lectura, al escuchar visualizamos las imágenes que queremos en nuestra mente gracias al embrujo y la connotación de las diferentes palabras y efectos sonoros.

Cuando apareció la televisión se pensó que ésta acabaría con la radio y con el cine. A la larga se ha demostrado que cada nacimiento de un nuevo medio no acaba con los precedentes, sino que el ciudadano los adopta como complementarios a la hora de buscar información o disfrutar con un buen programa. La radio pues sigue ocupando un lugar estelar en nuestras preferencias informativas o en nuestro uso del tiempo libre.

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